EVALUACIÓN DE TDAH

Qué es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) forma parte de la diversidad neurocognitiva humana y puede estar presente desde la infancia hasta la edad adulta. Se caracteriza por un patrón persistente de inatención, impulsividad y/o hiperactividad que puede influir en el desarrollo académico, laboral, social y emocional.

Su diagnóstico preciso es fundamental para implementar intervenciones adecuadas que mejoren la calidad de vida del paciente. La evaluación psicológica es una herramienta clave en este proceso, ya que permite identificar las características específicas del trastorno en cada individuo y , a partir de ahí, empezar un proceso de intervención terapéutica, que puede incluir psicólogo infantil, logopeda, terapeuta ocupacional, con la colaboración imprescindible de la familia y del entorno escolar.

Edad mínima para una evaluación de TDAH

La identificación temprana del TDAH es esencial para abordar eficazmente sus síntomas. Aunque los signos pueden aparecer en edades preescolares, la evaluación formal de TDAH se recomienda a partir de los 6 años. El motivo de esto es que a esta edad, los niños han alcanzado un desarrollo cognitivo y conductual que permite una observación más precisa de los síntomas en diferentes entornos, como el hogar y la escuela. Las pruebas de evaluación del TDAH están diseñadas y validadas principalmente para niños a partir de los 6 años. Aplicarlas antes de esa edad, incluso con adaptaciones, puede disminuir la precisión de los resultados.

Cuando realizar una evaluación de TDAH a un niño

Es aconsejable valorar una posible evaluación de TDAH cuando un niño presenta de forma constante dificultades de atención, impulsividad o mucha inquietud, y estas empiezan a afectar su aprendizaje, su vida en familia o sus relaciones con otros niños. A veces, es el propio colegio quien sugiere la evaluación, porque los docentes pueden observar estas dificultades en el aula y notar que interfieren con el aprendizaje o la interacción con otros compañeros. Para que se considere significativo, estos síntomas deben mantenerse durante al menos seis meses y aparecer en diferentes entornos. Detectar estas señales a tiempo y ofrecer el apoyo adecuado ayuda a reducir las dificultades y a favorecer un desarrollo saludabl

Tipos de evaluaciones de TDAH

La evaluación del TDAH es un proceso multidimensional que combina diversas herramientas para obtener una visión completa del individuo. Entre las principales se incluyen:

Entrevistas Clínicas: Permiten recopilar información detallada sobre el desarrollo del niño, antecedentes familiares y la manifestación de los síntomas en diferentes contextos.

Cuestionarios y Escalas de Evaluación: Instrumentos estandarizados que recogen observaciones de padres, maestros y del propio niño sobre comportamientos relacionados con el TDAH.

Pruebas Neuropsicológicas: Evalúan funciones cognitivas específicas, como la atención, memoria y funciones ejecutivas, proporcionando datos objetivos sobre el rendimiento del niño.

 

¿Por qué es importante realizar una evaluación de TDAH con un buen diagnóstico diferencial?

.En psicología clínica, una evaluación con diagnóstico diferencial es esencial para comprender en profundidad qué está detrás de las dificultades o características que presenta un niño o adolescente. Muchos síntomas —como la falta de atención, la impulsividad, el bajo rendimiento escolar o la desmotivación— pueden tener orígenes muy distintos, y solo una valoración completa permite diferenciar entre posibles causas: dificultades de aprendizaje, TDAH, altas capacidades, ansiedad, problemas emocionales o incluso factores contextuales.

Un buen diagnóstico diferencial evita interpretaciones erróneas y permite ofrecer una intervención ajustada a las necesidades reales del menor. Para ello, se utilizan diferentes pruebas psicológicas estandarizadas, que permiten explorar las funciones cognitivas, la atención, la flexibilidad mental, la conducta y el perfil emocional.

Cómo se evalúa el TDAH

La evaluación del TDAH es un proceso exhaustivo que abarca varias etapas:

  • Recopilación de Información: Se obtienen datos sobre el desarrollo temprano del niño, antecedentes médicos y familiares, y se analizan los síntomas actuales.
  • Observación Directa: Evaluación del comportamiento del niño en diferentes entornos, como el hogar y la escuela, para identificar patrones consistentes de inatención, hiperactividad o impulsividad.
  • Aplicación de Pruebas Estandarizadas: Uso de test específicos para medir funciones cognitivas y comportamentales relacionadas con el TDAH.
  • Evaluación Médica: Descartar posibles causas médicas que puedan explicar los síntomas presentados.
  • Análisis de Resultados y Diagnóstico: Integración de toda la información recopilada para determinar la presencia de TDAH y su posible comorbilidad con otros trastornos.

Es fundamental que este proceso se realice de manera individualizada, considerando las particularidades de cada niño y su entorno. Una evaluación precisa no solo facilita el diagnóstico, sino que también orienta las intervenciones terapéuticas más adecuadas para cada caso.

Principales pruebas estandarizadas más empleadas en la evaluación del TDAH en niños y adolescentes

WISC-V (Wechsler Intelligence Scale for Children – Fifth Edition)

Evalúa la capacidad intelectual general y distintos procesos cognitivos como la comprensión verbal, el razonamiento fluido, la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento. Es una herramienta clave para diferenciar entre TDAH, dificultades de aprendizaje o altas capacidades.

D-KEFS (Delis-Kaplan Executive Function System)

Conjunto de pruebas diseñadas para evaluar las funciones ejecutivas, como la planificación, la flexibilidad cognitiva, el control inhibitorio y la resolución de problemas. Resulta fundamental para analizar cómo el niño organiza, controla y regula su conducta.

d2-R (Test de Atención):

Mide la atención selectiva y la concentración mediante una tarea de cancelación en la que el niño debe identificar estímulos relevantes entre distractores en un tiempo limitado. Ayuda a valorar la capacidad de mantener la atención y discriminar estímulos, muy útil en el estudio del TDAH.

Caras-R (Test de Percepción de Diferencias)

Permite evaluar la atención perceptiva y la velocidad de procesamiento visual a través de la identificación rápida de diferencias entre pares de caras similares. Es una herramienta sencilla y eficaz para detectar dificultades atencionales en edades tempranas.

ENFEN (Evaluación Neuropsicológica de las Funciones Ejecutivas en Niños)

Evalúa aspectos como la planificación, la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva y la fluidez verbal. Resulta especialmente útil para valorar madurez neuropsicológica y posibles alteraciones en el desarrollo ejecutivo.

BASC (Behavior Assessment System for Children)

Analiza el perfil conductual y emocional del niño o adolescente. A través de cuestionarios para padres, profesores y el propio menor, ofrece una visión global del funcionamiento socioemocional y posibles indicadores de ansiedad, depresión o desajuste escolar.

Contar con una evaluación completa y un buen diagnóstico diferencial permite comprender al niño en su totalidad —más allá de las etiquetas— y diseñar estrategias de apoyo personalizadas que promuevan su bienestar emocional y su desarrollo académica.

Contar con una evaluación completa y un buen diagnóstico diferencial permite comprender al niño en su totalidad —más allá de las etiquetas— y diseñar estrategias de apoyo personalizadas que promuevan su bienestar emocional y su desarrollo académico.

Importancia de una Evaluación Integral de TDAH

Una evaluación completa ayuda a distinguir el TDAH de otros trastornos del desarrollo, como el Trastorno del Espectro Autista o el Trastorno Específico del Lenguaje, así como de dificultades de aprendizaje, como la dislexia. También permite diferenciar los síntomas del TDAH de problemas que pueden estar relacionados con la gestión de las emociones o el estado de ánimo del niño, para los cuales también podría ser necesario apoyo psicológico. Además, la evaluación identifica las fortalezas y áreas de dificultad del niño, información clave para diseñar estrategias e intervenciones adaptadas a sus necesidades. La colaboración entre profesionales, familia y escuela es fundamental para garantizar un apoyo coherente y efectivo en todos los ámbitos de su vida.

Precio de una evaluación de TDAH

Cada evaluación se adapta a las particularidades de cada niño o adolescente y se diseña de forma personalizada, por lo que el precio puede variar según las pruebas aplicadas y la complejidad del caso. De manera orientativa, el precio de una evaluación de TDAH en nuestra clínica suele situarse en torno a los 500 €.

Cada niño merece una valoración que mire más allá de los síntomas. Solicita una evaluación psicológica completa y descubre cómo ayudarle a alcanzar su máximo potencial.