¿Cuáles son las ventajas de vivir en un país nuevo?

Después de trabajar como psicólogas con expatriados durante más de 10 años, la descripción más común de su experiencia viviendo fuera es: «Ha sido una experiencia transformadora; siento que, en cierto modo, soy una persona totalmente diferente a la que era».

Los estudios indican que irte a vivir al extranjero tiene sus ventajas, tales como desarrollar un mayor autoconocimiento, un interés más profundo sobre temas internacionales, una mayor creatividad y apertura de mente, así como experimentar un crecimiento personal en general. De hecho, irte a vivir fuera muchas veces se define como una experiencia que te cambia la vida. Provoca cambios en nuestra identidad, haciéndonos culturalmente más conscientes y más capaces de interactuar en entornos culturalmente diversos. Te hace reflexionar sobre quién eres y conocerte mejor, haciéndote preguntas como: «¿Qué partes de mí son realmente mi forma de ser y cuáles son sólo un reflejo de mi cultura?». Y es que aprender sobre ti mismo puede tener implicaciones muy significativas en tus decisiones vitales (relaciones, trabajo, hábitos de salud, etc); en definitiva, en cómo quieres vivir tu vida.

¿Por qué es tan difícil adaptarse a un nuevo país?

how can living abroad can change you

Se podría decir que cuando te mudas a un país nuevo, al principio, es como aterrizar en mitad de un desierto en cuanto a que no tienes ningún conocimiento ni pista sobre cómo avanzar; todo es nuevo. Todo el conocimiento social que tenías hasta ahora ya no te funciona en este nuevo contexto y, de repente, tienes que empezar de cero. Esto incluye no saber el idioma, no entender el sentido del humor o las normas sociales (como lo que es de mala educación y lo que no, o algo tan simple como saber cómo saludar a los demás). Todo se convierte en un esfuerzo, incluso pedir comida en un restaurante, donde a menudo acabas por elegir la opción más fácil para evitar la molestia de tener que preguntar qué es exactamente lo que te van a servir.

Es difícil sentirse uno mismo cuando estás en un lugar que aún no sientes como tuyo. La ausencia de tu familia y amigos puede hacerte sentir aún más fuera de lugar, con la presión añadida de sentir que tienes que encontrar tu propio grupo de amigos cuanto antes, aunque a veces eso implique salir con personas con las que apenas tienes cosas en común simplemente por el mero hecho de socializar y no aislarte.

Además, vivir lejos de tus amigos y de tu pareja puede tensar esas relaciones, sobre todo si existe una diferencia horaria. A veces la gente cae en la trampa de hacer todo lo posible por no perderse lo que están haciendo sus seres queridos en casa (a través de videollamadas o redes sociales) hasta el punto de no integrarse en su nuevo país. Esto agrava la sensación de no pertenecer a ningún sitio.
También puede ocurrir que acabes trabajando de algo distinto de lo que te hubiera gustado debido a la barrera idiomática. Este cambio de rol puede hacer que te sientas aún más fuera de lugar. Todo esto provoca una pérdida de identidad, donde no te sientes tú mismo, y te sientes perdido y solo. Puede que te preguntes: «¿Qué pasos debo dar? ¿Debería volver a casa o seguir mi camino aquí?».
Por lo tanto, con todo esto de fondo, es habitual que cualquier problema se intensifique al vivir en otro país. Ya sea una ruptura, un desacuerdo con un compañero de trabajo, o el hecho de que un amigo no responda a tus mensajes durante unos días puede parecer abrumador.

En terapia vemos que todo aquello con lo que has lidiado en casa muy probablemente volverá a surgir cuando te vayas a vivir fuera. A veces la gente se piensa que irte a otro país es una forma de escapar de tus problemas pero no es así. De hecho, si antes tenías inseguridades con respecto a tu aspecto físico, por ejemplo, es probable que esto también se acentúe en este cambio vital.

¿Por qué acudir a terapia cuando vives fuera?

Ir a terapia cuando se vive en otro país es, sin duda, una buena oportunidad para conocerse mejor. La terapia puede ayudar a aclarar tus valores, lo que más te importa una vez que te alejas de la presión social de tu familia y amigos. Puede ayudarte a decidir qué vida quieres vivir, crear vínculos que realmente te aportan y aprender herramientas para afrontar todas aquellas emociones que afloren en esta etapa.

¿Hay algo que pueda hacer para prepararme mentalmente cuando me vaya a vivir a otro país?

En primer lugar, es importante que te informes sobre la cultura del lugar donde vas a vivir. Así podrás minimizar, en la medida de los posible, los malentendidos que puedan surgir en situaciones cotidianas que podrían contribuir a un choque cultural. Entender, por ejemplo, que alguien te esté mirando fijamente en el metro no es que esté siendo maleducado, sino mostrando curiosidad, o que cuando la gente comenta o pregunta por temas personales no es una cuestión de mala educación, sino más bien un interés genuino por tu bienestar general, puede ayudar a reducir la incomodidad de esas primeras interacciones. No tienes por qué compartir sus valores o forma de ver el mundo, pero no debes juzgarlos, ya que lo harías desde una visión muy sesgada basada en tu propia cultura y sistema de creencias.

Otro aspecto crucial es asegurarse de aprender (o empezar a aprender) el idioma en cuanto decidas mudarte de país. A veces, una de las mayores barreras para incluirte puede ser no poder comunicarte eficazmente. Y ligado a esto estaría el consejo de aprender a hacer hueco a la vergüenza de cometer errores al hablar el nuevo idioma. Seguramente vivas momentos embarazosos en los que probablemente habrás dicho alguna tontería, pero lo más probable es que eches la vista atrás y te rías de esas anécdotas. Lo más importante es recordarte que no se puede pasar de no hablar una palabra a de repente dominar un idioma, naturalmente habrá un proceso donde se vayan cometiendo fallos. Cuanto más pospongas salir de tu zona de confort para empezar a hablar el idioma, más difícil te resultará y más te limitará en tu día a día.

Por último, encuentra un equilibrio en tu vida. No estés tan ocupado que no puedas disfrutar de la experiencia. A veces la gente siente que debería estar haciendo cosas a todas horas y acaba haciendo planes que no les llenan simplemente por sentir que están aprovechando el tiempo allí, y a esto se suma que en muchas ocasiones intentan hacer malabares para mantenerse en contacto con la familia y los amigos en casa mientras continúan con su vida en su nuevo país. Esto puede ser agotador y tiene un coste en su autocuidado. Además, implica no tener tiempo a solas, que aunque sea incómodo, te permite reflexionar sobre tu experiencia y lo que te falta realmente en tu vida para sentirte más pleno, que realmente es el aspecto más valioso de irse a vivir fuera.

 

Somos un equipo de psicólogas con más de 10 años de experiencia ayudando a expatriados. Si te cuesta adaptarte a vivir en un nuevo país, no dudes en ponerte en contacto con nosotras y reservar una sesión de terapia , estaremos encantadas de ayudarte.